Por fin ha vuelto la Formula 1,
después de un largo invierno para los ingenieros y mecánicos la máxima
competición automovilística regresa con 21 pruebas, las mismas que la temporada
pasada, sin embargo, hay muchas cosas que si han cambiado de cara a esta nueva
temporada, tan solo 8 pilotos conservan su asiento de la temporada anterior,
además con muchos jóvenes talentos que debutan como pilotos titulares como son
George Rusell, Lando Norris, Alexander Albon y Antonio Giovinazzi (que ya
participó en dos Grandes Premios en 2017, en Australia y China); por si fuese
poco un nuevo reglamento que modifica el concepto del monoplaza de la pasada
campaña, y nuevas reglas como el punto extra por vuelta rápida.
Es cierto que a “quien
madruga Dios le ayuda”, pues vaya carrera hemos podido disfrutar quienes nos
hemos levantado a las 6 de la mañana para disfrutar de esta primera prueba de
la temporada, pese a las dificultades para adelantar que supone un trazado como
Albert Park, la carrera ha tenido su punto de emoción en distintos grupos de
pilotos, a lo largo de toda la prueba.
Ahora pasemos a centrarnos en lo
más relevante del Gran Premio, la victoria. Ya desde la clasificación del
sábado se sospechaba que esto podía ocurrir, un dominio indiscutible de
Mercedes, dejando atrás las luchas entre diferentes escuderías por subir a lo
alto del podio, que acabaron siendo habituales en 2018. Los de Toto Wolf sorprendentemente
se ha consolidado como el equipo más fuerte, a pesar de las dudas de
pretemporada y lo que es aún más sorprendente, con Bottas como líder
indiscutible, pese a su bajo rendimiento en 2018, el escandinavo parece haberse
mentalizado de que esta temporada es clave para mantener su asiento en la escudería
puntera. La doble sorpresa de Mercedes con la que ninguno de nosotros
contábamos hasta el viernes de madrugada. Y es que ambos han formado un equipo
perfecto, al que también se suma la actuación de Hamilton, menos destacada,
pero igualmente efectiva, para darle el doblete de su escudería.
El liderato en ningún momento ha
corrido peligro, desde la primera curva, Valteri, ha abierto hueco con respecto
a su compañero de equipo, quien parece haberse visto mermado por un problema
aerodinámico durante la carrera, explicando así por qué ha sido incapaz de seguir
la estela del finlandés. En cualquier caso, Lewis tampoco vio peligrar
su segunda plaza hasta las últimas vueltas del gran premio, a causa de la mala
estrategia de su equipo, haciéndole parar demasiado pronto; y la agresividad de
Verstappen, que nos ha deleitado con otra actuación sensacional, escalando
hasta la tercera posición y superando en pista a Sebastian Vettel con un adelantamiento
de manual.
La otra cara de la moneda, en
este primer paso hacia la conquista del ansiado título, ha sido encarnada por
el equipo Ferrari, que parecía tener un coche fortísimo en los test de
Barcelona, y sin embargo se ha quedado a 0’7 segundos en clasificación de las
flechas plateadas, y luego en carrera han ofrecido un espectáculo tan pobre,
que llega a ser hasta incomprensible. Es el caso del error estratégico que el
equipo cometió con Vettel, al hacerle pasar por boxes de forma excesivamente prematura,
haciendo que sus neumáticos llegasen al tramo final de la carrera con muy poco
agarre que ofrecer. Y también en las ultimas vueltas, bloqueando a sus dos pilotos
(prohibiendo a Leclerc luchar con Vettel por la cuarta posición), haciendo uso de ordenes de equipo, en la
primera prueba del campeonato, en la que a priori, menos se juegan los pilotos por la
cantidad de puntos que tienen todos (0), y la cantidad de carreras que restan
hasta el GP de Abu Dabi, que cerrará en diciembre este año. Totalmente
innecesarias y además limitan el espectáculo, al igual que la incomprensible
decisión de los estrategas del cavallino rampante de no parar a Leclerc a falta
de 2 vueltas para el final con la idea de batir la vuelta rápida de la carrera
y sumar un punto extra. Desde luego el monegasco tiene motivos para estar
frustrado por su equipo.
Como ya se ha mencionado antes,
en el equipo Red Bull, luces y sombras. En esta fecha del campeonato los
austriacos han dado comienzo a una nueva era en su corta historia, al cambiar
su suministrador de motores, de Renault, a Honda. Las actuaciones de sus
pilotos han sido muy dispares, por un lado, Max Versteppen ha conseguido subir
al podio tras completar una excelente clasificación y carrera. Y por el
contrario su compañero de equipo el francés Pier Gasly apenas ha podido escalar
hasta la undécima posición, después de clasificar decimoséptimo el sábado. La
actuación de Gasly hace que se generen algunas dudas tanto entre los
dirigentes del equipo como la afición. Recordemos además que en los test de
Barcelona, provocó dos accidentes que sin duda penalizaron en plan de pruebas de
su escudería.
En la zona media, creo que a
todos nos ha dolido no disfrutar de la presencia de Carlos Sainz, el piloto
español ha pasado por un viacrucis este fin de semana, clasificó 18 al encontrarse en su vuelta rápida a Kubica con un neumático pinchado, mientras su
compañero se alzaba con la octava plaza. Y el domingo en la carrera después de
remontar varias posiciones (4) en la salida fruto de su potencial e ingenio,
problemas de fiabilidad le hacen detenerse en la entrada del pit lane en la
vuelta 11. Ni las averías de los McLaren Honda generaban humaredas como la que
ha sufrido Sainz en su primera carrera de 2019, comprometiendo además la
racionalización de sus elementos del grupo motor para lo que queda de
campaña. Su compañero Norris, por el contrario, da esperanzas al equipo, pues
tanto su clasificación como ritmo en carrera parecen prometedores en
comparación con los últimos monoplazas de los de Woking. A pesar de ello la
suerte tampoco le ha acompañado, después de realizar su parada pasó varias
vueltas detrás de Antonio Giovinazzi, que con un menor ritmo le ha retenido,
haciéndole perder demasiado tiempo, que se ha traducido en posiciones, tanto
Stroll, como Kyviat, y Gasly le han rebasado tras sus paradas.
Tampoco ha sido el debut con
Renault soñado para Daniel Ricciardo, el piloto de casa en este gran premio inaugural, ha
perdido su alerón delantero en la salida, antes del primer viraje, y ha perdido
cualquier posibilidad de remontar hasta los puntos, finalmente ha acabado
retirando el monoplaza, para cuidar los escasos elementos del motor de los que
disponen los pilotos actualmente. A la lista de abandonos se suma el nombre de
Romain Grosjean, el francés de Haas vuelve a abandonar en Melbourne, y lo hace
de nuevo a causa de una rueda mal apretada, como le sucedió en 2018. Este colmo
ha irritado al piloto, que por el tono de sus declaraciones después de la
carrera, intuimos que estaba muy frustrado.
No podemos olvidar la buena
actuación de Kimi Raikkonen, octavo, con Alfa Romeo, que parece haber creado un
monoplaza capaz de pelear por posiciones decentes. Y es que sabemos que cuando
este equipo trabaja bien, es capaz de dar a sus pilotos coches competitivos, como el
Sauber de 2012 (con el que Pérez logró sus primeros 3 podios en esta
categoría). El equipo decidió centrarse en el desarrollo del monoplaza actual a
mediados del pasado curso, sacrificando la evolución de su C37 (modelo de
2018), y al fin el premio ha llegado, son el equipo que más ha mejorado
respecto a la temporada pasada, con un ritmo 2 segundos por vuelta más rápido.
Junto a Kimi, Nico Hulkenberg con su Renault ha vuelto a demostrar la solidez
con la que el año pasado logró la séptima posición del campeonato de pilotos
(el mejor después de Mercedes Ferrari y Red Bull), en la carrera de hoy ha
finalizado en la séptima plaza, buen resultado para él y su equipo.
En la parte final de la carrera
hemos vivido un intenso duelo por las últimas posiciones de puntos, entre
Stroll (Racing Point), Kyviat (Toro Rosso), y Gasly (Red Bull). Finalmente pese
a los intentos de Gasly y la resistencia de Stroll y Kyviat, no ha habido cambios
de posiciones. El canadiense ha acabado noveno, el ruso décimo, y fuera de los puntos
Gasly, en undécima posición.
Por último, creo que es digno de
felicitar la decisión de la FIA de premiar con 1 punto extra la vuelta rápida
de la carrera, después de la carrera de hoy parece que es un aliciente que
promete deparar finales de carrera más emocionantes, y hace que los pilotos
tengan una motivación para pisar a fondo y sean menos conservadores en momentos
en los sin este extra, se dedicarían a cuidar sus gomas y mimar el motor. Este
premio se lo ha llevado Valteri Bottas, dejando claro que hoy el rey sobre la
pista ha sido él en todos los aspectos. Como dato curioso en esta prueba Bottas ha logrado 26 puntos, el segundo saco de puntos más abultado que
logra el vencedor de un gran premio, en la historia de la Formula 1, después de que Lewis Hamilton en 2014 se
hiciese con la friolera de 50 puntos en
el GP de Abu Dabi, con motivo de una doble puntuación que la FIA aquel año
instauró en la última prueba del campeonato.