viernes, 13 de septiembre de 2019

UNA NUEVA ESPERANZA


Mucho a llovido desde que los tifosi, e incluso los altos cargos de Ferrari, perdieron la esperanza de encontrar en Sebastian Vettel, al piloto que les devolviese a la senda del triunfo, y a la máxima gloria, a la que una escudería como Ferrari está condenada a aspirar. Desde los errores encadenados desde Italia 2018, tanto equipo como afición se han visto desprovistos de un piloto “superestrella” y con capacidad de competir contra los talentosos rivales de otros equipos, como son por ejemplo Hamilton, o Verstappen.

Pero tras el parón veraniego, con energías renovadas y gracias a los circuitos con poca carga aerodinámica como son Monza y Spa. Una nueva semilla a arraigado en el alma del ferrarista, que ve en ella una oportunidad única de devolver a su equipo a lo más alto, si el monoplaza se lo permite. Y así es como con 2 victorias y 4 poles, Charles Leclerc ha desbancado a su compañero Sebastian Vettel del trono de Maranello. Para ser honestos, esta situación se veía venir desde hacía mucho tiempo, prácticamente principios de temporada: la madurez de Leclerc a mandos de un monoplaza como el SF-90, y el progresivo desgaste de la figura de Vettel por sus insuficientes resultados, evidenciaban que una nueva revolución en Ferrari se aproximaba, similar a la que se produjo en 2014.

A nivel personal me alegró mucho ver a otro joven piloto alcanzar su primera victoria en F1, y sinceramente creo que de todos los pilotos a quienes he visto hacerse con su primer triunfo, ninguno me he alegrado tanto como este. La circunstancia además ayuda a que este sentimiento se haya producido: la dolorosa situación de una escudería que no termina de sacar la garra que le caracteriza y el sufrimiento de equipo y afición por verse superados en todos los aspectos por sus rivales; es quizás de las situaciones más dolorosas que he visto en Formula 1. El hecho de que Leclerc se convierta en la nueva esperanza no solo me hace presagiar una fructuosa época para el cavallino, sino también una época dorada en la historia de la categoría reina del automovilismo.

Desde el retiro, de Fernando Alonso, o más bien desde que se desvanecieron sus sueños en la F1 (tras su fichaje por McLaren). Me he considerado aficionado que simplemente busca disfrutar de una carrera emocionante y un campeonato apretado, algo que lleva tiempo sin suceder. Por eso mi nueva esperanza no se reduce tan solo al ver a una escudería mítica renacer de sus cenizas (o ante la posibilidad de que esto suceda), si no también a la posible época Leclerc-Verstappen- Hamilton… y quien sabe si alguno más; con monoplazas más atractivos y una “sangre joven” que lleva unas temporadas haciéndose un hueco cada vez más notable en la parrilla de F1.
Que la fuerza nos acompañe y nos permita vivir una época para el recuerdo.

UNA NUEVA ESPERANZA

Mucho a llovido desde que los tifosi, e incluso los altos cargos de Ferrari, perdieron la esperanza de encontrar en Sebastian Vettel, al p...